El preoperatorio es el periodo de tiempo que antecede a la cirugía, y por lo tanto, aquel que transcurre desde que se informa al paciente de que se le debe practicar el procedimiento quirúrgico hasta el momento en que se traslada a este a quirófano y se inicia la intervención. Realmente, el preoperatorio concluye una vez iniciada la anestesia.
El objetivo y la importancia de esta fase es que el paciente, adquiera una preparación integral, incluyendo así los factores físicos, psicológicos, emocionales y espirituales. Además, deberá comprender que hay condiciones que pueden alterar los resultados de la intervención y la prevención de las posibles complicaciones quirúrgicas. De esta manera, el paciente se enfrentará con seguridad ante esta nueva situación, favoreciendo que haya menor grado de complicaciones operatorias y postoperatorias. Nosotros, como personal de Enfermería, deberemos valorar los cuidados propuestos, el tratamiento y su preparación para la intervención. Así como educar al paciente y a su familia.
El preoperatorio se dividirá en dos fases, en función del tiempo que preceda a la cirugía, siendo así:
- Mediato: desde que el paciente decide operarse hasta 12 horas antes de la intervención.
- Inmediato: comprende desde las 2-4 horas antes de la intervención hasta el quirófano.
Somos las encargadas de realizar las siguientes actividades que preceden a la cirugía:
Exploración física
Durante esta primera actividad enfermera, deberemos tomar las constantes vitales. En caso de notar alguna alteración, deberemos notificarla al médico adjunto, con el fin de prevenir complicaciones. Además, comprobaremos el estado nutricional, ya que deberá llegar en ayuno. Es importante tener en cuenta la función respiratoria, incluyendo así cualquier patología respiratoria crónica; la función cardiovascular, la genitourinaria y el estado mental y neurológico.
Preparación psicológica
Deberemos cerciorar que el paciente está lo suficientemente preparado como para afrontar la cirugía. Minimizar el nivel de temor y ansiedad serán otros factores a tener en cuenta, aunque el que más destaca es conseguir una buena comunicación para reforzar la confianza enfermera-paciente.
Educación sanitaria del enfermo con el objetivo de evitar futuras complicaciones
El paciente debe ser consciente tanto de los riesgos de la cirugía a la que se expone, como de su estado de salud. Serán capaces de integrar ejercicios de respiración para reducir el estrés, toser de forma eficaz, y un largo etcétera, actividades que serán instruidas por Enfermería.
Higiene preoperatoria general y preparación de la zona a tratar
Con ello evitamos cualquier indicio de contaminación, y por tanto, de infección. Deberemos desinfectar y limpiar el área que se va a intervenir con jabón antiséptico. En algunos casos, deberemos rasurar la zona.
Valoración y documentación del paciente
No debemos olvidarnos de este último paso, ya que revisaremos el historial clínico, que este se adjunte con el diagnóstico médico y que, a su vez, se complemente con el consentimiento quirúrgico y anestésico.
En la gráfica adjunta, vemos cómo repercuten esos cuidados preoperatorios tras la intervención en comparación con los postoperatorios. De este modo, vemos como aquellos pacientes que llegaron con una autoestima mejorable, salieron de la cirugía con cierta mejora; además, aquellos que tuvieron diversos síntomas físicos, lograron reducirlos en cierto modo.
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