07 mayo 2023

El procedimiento Rafaello: un tratamiento intraluminal por radiofrecuencia para las hemorroides

Las hemorroides, también conocidas como almorranas, son venas inflamadas en el canal anal y en la parte inferior del recto. Su aparición puede darse dentro del recto, siendo estas las hemorroides internas o debajo de la piel que rodea el ano, siendo así hemorroides externas. Estas estructuras actúan como almohadillas constituidas, no solo por venas sino también por pequeñas arterias, que van a dilatarse y a producir el característico sangrado asociado a las hemorroides.

Las cifras estiman que al menos 3 de cada 4 adultos tendrán hemorroides alguna vez en su vida. Se trata de una patología multifactorial aunque la más relacionada es el estreñimiento acompañado de cierto esfuerzo defecatorio. Dependiendo del tamaño y de los síntomas que genere la hemorroide, las clasificaremos en cuatro grados.

El procedimiento Rafaello consiste en la aplicación del principio de termocoagulación por radiofrecuencia, con el fin de tratar las hemorroides desarrolladas. En otras palabras, en la intervención se producen unas ondas electromagnéticas de alta frecuencia que eliminan las hemorroides, es por tanto, una técnica mínimamente invasiva. 

Se trata de una intervención ambulatoria que requiere de anestesia intradural - local. El paciente sentirá algunas molestias durante el procedimiento, pero su readaptación a las actividades de la vida diaria serán casi inmediatas. La técnica Rafaello no dura más de 20 minutos y se aplica, normalmente, para hemorroides de segundo y tercer grado, aunque también a alaguna de cuarto grado. 

Las ondas se producen cuando la sonda HPR45i, que aplica energía de RF, haya identificado la hemorroide, como resultado, el tejido se deshidrata, coagula, muere y se desaparece. Se recomienda para hemorroides internas.

El cirujano, que es quien lleva a cabo esta cirugía, introduce en el recto del paciente el anoscopio e identifica la hemorroide. Luego, inyecta el anestésico intradural en la submucosa de la hemorroide, es decir, la capa inferior, para proteger de la RF al músculo subyacente. A continuación, localizará la línea dentada e insertará la sonda por encima de ella, activará la energía y como consecuencia, la hemorroide se contraerá y adquirirá un color blanquecino. El último paso, es aplicar la energía de RF en la superficie de la hemorroide para que pueda cicatrizar correctamente. Es importante, que al terminar, se aplique una compresa humedecida en suero fisiológico, para poner fin al proceso de calentamiento en la zona.

Referencias

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