La historia de la cirugía está muy relacionada con la del cáncer, ya que durante el desarrollo de las técnicas quirúrgicas estas estaban enfocadas principalmente en el tratamiento del trauma y de tumores. Así, con el tiempo, nacieron los cirujanos oncólogos.
Los cirujanos oncólogos eran quienes se dedicaban a la resección de tumores. Pese a esto, con el tiempo y la llegada de la radioterapia, la quimioterapia y otros tratamientos, estos cirujanos adoptaron un principio de tratamiento multidisciplinario centrado en esta dura enfermedad.
Estos son los principios que sigue un cirujano oncólogo:
- El cáncer es confirmado a través de una biopsia. Los cirujanos deben realizar la biopsia a través de los medios que dispongan, ya que no pueden realizar una intervención sin antes tener la biopsia. Debe elegirse un método sencillo, barato y no invasivo, pero a su vez preciso. Dependiendo del tumor, la biopsia puede ser: por aspiración con aguja fina, con aguja gruesa, por incisión o por escisión.
- Las biopsias deben dirigirse a la identificación de un tumor primario. El cirujano debe enfocarse en su búsqueda y confirmación histológica, y si no se puede identificar pasaría al diagnóstico en localizaciones de drenaje linfático. La única excepción es el tumor metastásico con un primario desconocido. Si no hay un diagnóstico claro, no se puede intervenir al paciente.
- Todos los pacientes deben estar identificados. Hay una estadificación clínica, patológica, de las recurrencias y posterior a la neoadyuvancia. El método más conocido es el de American Joint Commite on Cáncer, con el procedimiento TNM (la T hace referencia al tamaño, la N al compromiso ganglionar y la M a la presencia de metástasis).
- El primer intento del tratamiento debe ser curativo. El primer tratamiento debe ser el mejor y el aparentemente definitivo, actuando con proporcionalidad. Se buscan tres objetivos: curación, aumento de la supervivencia con el menor deterioro en la calidad de vida o el alivio sistemático.
- La resección inicial debe planearse para obtener márgenes libres de forma tridimensional y no violar los límites anatómicos del tumor. El límite es diferente dependiendo del tipo de tumor, cada uno cuenta con sus espacios anatómicos y órganos adyacentes. Para este principio, se cuenta con la ayuda de otros especialistas relacionados con el manejo de los diferentes órganos.
- El tumor debe resecarse en bloque y la resección en algunos casos debe ser multiorgánica. Cuando órganos o diferentes estructuras del cuerpo están afectados por el tumor estos también deben ser reseccionados. La resección completa del tumor debe ser la prioridad, y esto puede ser algo complicado para los cirujanos. Este principio puede tener algunas excepciones.
- La resección debe incluir territorio linfático de drenaje y hacerse centrándose en el tumor primario. El cirujano debe comenzar por el vaciamiento ganglionar desde los niveles más alejados del tumor e irse acercando intentando no violar el trayecto linfoganglionar que une este tumor con la metástasis.
- Se debe mantener la función y estética sin que comprometa la resección oncológica, y se deben reconstruir los efectos anatómicos que existan. Debido a la resección del tumor y los distintos órganos pueden quedar defectos estéticos que deben intentar ser reconstruidos. El cirujano debe conocer y practicar las diferentes formas de reconstrucción.
- Tratamiento multimodal. Hay algunos tratamientos que introducen opciones no quirúrgicas, por lo que el cirujano debe conocer los tipos de tumores y sus estadios.
- Las recurrencias deben tratarse cuando exista posibilidad de control de la enfermedad. Los cirujanos deben detectar temprano la recurrencia y tratarla de modo que el paciente sea rescatado. Los resultados varían desde la curación hasta el aumento de tiempo libre sin enfermedad.
- Si no es posible curar, se debe paliar. A veces, el tumor llega a estadios muy avanzados, ha realizado metástasis y no es posible aplicarle al paciente un tratamiento curativo, pero siempre se puede intentar aliviar el dolor.
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