La cesárea es una operación que habilita el nacimiento de un bebé a través de la vía abdominal. En los últimos años, su incidencia ha ido aumentando, describiéndose diferentes técnicas quirúrgicas.
Este procedimiento quirúrgico consiste en la extracción del feto por vía abdominal mediante una incisión en el útero. Al principio, esta técnica era realizada cuando era imposible el parto por vía vaginal o cuando la madre tenía una gran probabilidad de morir. Sin embargo, actualmente es posible realizarla por solicitud del paciente.
En los últimos años, la tasa de partos por cesárea ha aumentado considerablemente, siendo aproximadamente el 30% de los nacimientos en comparación con el 5% de los años 60, aunque esta tasa es muy variable. Algunas de las causas de este incremento son el aumento de la tasa de inducciones o ingreso a maternidad en etapas precoces de trabajo de parto, la legalización de la medicina, un tumor previo o la disminución en la tasa de partos con fórceps y vacuum.Pese a que esta técnica sea tan demandada, hay una serie de riesgos que pueden ser causados por anestésicos, ser propios del procedimiento quirúrgico o pueden estar relacionados con el futuro reproductivo del paciente (como morbimortalidad general, una embolia por líquido amniótico, mortalidad materna...).
Durante la operación, el paciente debe estar en posición supina con una lateralización del útero hacia la izquierda, lo que permite mejor el retorno venoso. Primero, se realiza una incisión transversa sobre el pubis, una disección del plano muscular subaponeurótico partiendo por la línea media. Se separan en sentido vertical los rectos abdominales, se identifica el peritoneo parietal y se penetra la cavidad peritoneal identificándose el segmento uterino.
En segundo lugar, se hace una incisión transversa baja. Se identifica el segmento uterino, se abre de forma transversal el peritoneo visceral y se desciende la vejiga. Se secciona el amnios y se procede con la extracción fetal. Una vez extraída la placenta, se lleva a cabo una revisión y se suministra oxitocina.
En tercer lugar, la técnica más frecuente para cerrar la pared uterina es la sutura continua. Se puede realizar una sutura corrida o con puntos separados utilizando material reabsorbible. El cierra del peritoneo parietal se realiza de la misma manera, al igual que el de la fascia aponeurótica y del tenido celular subcutáneo. En la piel se realiza una sutura subdérmica.
En cuánto a la preparación postoperatoria, resaltamos los siguientes puntos: un ayuno de ocho horas, una hidratación preanestésica, antibióticos, tricotomía de vello púbico, sonda vesical y lavado de manos quirúrgico.
En conclusión, la cesárea es una de las cirugías mas concurrentes en la historia de la medina. Cuenta con diferentes ventajas y desventajas, tanto refiriéndonos al embarazo en sí como respecto de la historia reproductiva final del paciente.
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